Witcher, un claro ejemplo del vínculo que hay entre la literatura y los videaojuegos
Desde hace varios años los videojuegos dominan el mundo del entretenimiento, ya que permiten al jugador ser parte del universo que presenta de una manera que ningún otro medio puede. Por esto los creadores de juegos de video como CD Project, creadores de Witcher, se han apoyado de artes como el cine y la literatura, y así construir mundos que causen un gran impacto en los usuarios, que no es posible en los simples juegos conocidos como arcade (pequeñas aventuras que requieren de habilidades motrices que llevan al jugador de un nivel al otro sin realmente sustentarse en una historia.)
La literatura, fuente inagotable del saber humano, a lo largo de los siglos ha construido bifurcaciones, vanguardias y expresiones del mundo, y hoy en día no sólo es considerada vital para la industria de los videojuegos, sino que se ha fusionado con ella creando un quimera fantástica en la cual los se apoyan los creadores de juegos como medio narrativo: la doblan, la transforman y la explotan para producir sensaciones y emociones en de los gamers. Un gran ejemplo de esto es Witcher, un juego muy divertido basado en La saga de Geralt de Rivia, del autor polaco Andrzej Sapkowski. Consta de ocho libros en los que se narran las aventuras del brujo Geralt de Rivia, uno de los últimos brujos (o witchers) del Continente.
En el mundo de Andrzej Sapkowski se desarrolla una extensa y compleja historia, que lentamente va explicando su vasta mitología a través del libro. El autor nos transporta a universo amplio e interesante donde existen todo tipo de criaturas mágicas y monstruos, con sociedades similares a las que dominaban Europa durante la baja edad media, donde ocurren todo tipo de aventuras.
El premiado videojuego lleva ahora tres lanzamientos, cuya historia comienza en donde el libro termina, otorgando al jugador la oportunidad de adentrarse en un fantástico universo representado con impresionantes gráficos, en los que los creadores cuidan hasta el más mínimo detalle, permitiendo así que su público cree fuertes vínculos con la historia y los personajes. A pesar de que el autor dejó claro que esta versión de su universo no puede ser una secuela o precuela, sino una adaptación libre de la historia original, admite que le ha ayudado a expandir su circulo de lectores.
Por Nicolás Camacho
