“La inspiración existe, pero tiene que encontrarse trabajando” -Sigmund Freud.
Las ideas geniales a veces llegan solas en momentos inesperados, pero sentarse a esperar que la luz divina nos ilumine y así la inspiración llegue a nosotros es un proceso que toma bastante tiempo, el cual no siempre tenemos. La buena noticia es que hay varias formas de estimular a las musas para agilizar el proceso, y una de las más efectivas para nosotros, los relatores de historias, es acercarnos al trabajo de otros que comparten nuestro oficio. Obviamente hablamos de los libros; la lectura es una GRAN FUENTE DE INSPIRACIÓN, pero no es el único medio a través del cual los narradores nos invitan a sus mundos imaginarios.
Cualquier forma de arte es un buen punto de partida. Evidentemente, es preferible acercarnos a cosas de temas relacionados con lo que nosotros queremos escribir, pero de todas formas, nunca está de más
empaparse con cultura y arte para poner la creatividad a moverse.
La oferta de exposiciones en casi todas las grandes ciudades suele ser abundante. Si estás en la Ciudad de México (como nosotros) estás cubierto; con decir que es la ciudad del mundo con más museos podemos darnos una idea de la cantidad de cosas que nos podemos encontrar. Aquí está una cartelera, con muchas opciones, pero si ninguna de esas te satisfacen, o si no estás en la inmensa Ciudad de México, con una búsqueda rápida en internet podrás encontrar alguna opción que encuentres atractiva y que esté cerca de ti.
Al igual que las artes plásticas, la música ha sido fuente de inspiración para los grandes creadores a lo largo de la historia. Esta forma de arte trasciende los gustos y los intereses particulares y entra a los hogares de todos. Sin importar el género, Euterpe, la musa de la música tiene el don de encontrar cómo tocarnos fibras sensibles. Si aprovechamos su magia es probable que encontremos caminos escondidos que nos lleven a donde viven las grandes ideas. La entrada puede estar en los poderosos acordes de un chelo en las manos de un virtuoso, en la letra de una canción que narra la épica batalla de un soldado del amor en esta guerra entre tu y yo, o disfrazada de protesta social orgullosa de estar entre el proletariado. La oferta es inmensa y los medios para encontrarla son miles. Si abrimos los oídos y prestamos atención podremos encontrar historias cantadas que alumbren el camino.
El séptimo arte también es una buena forma de hallar a las musas. Si las opciones de la cartelera no se relacionan con el tema del que queremos escribir, o no se nos antojan, tenemos la maravilla del internet que nos da acceso a miles y millones de películas y documentales de los cuales podemos sacar inspiración. Hay mucha gente que se dedica a hacer listas de películas, en caso de que nuestra mente ya no pueda hacer recolección de ningún film que ayude a explotar nuestra creatividad.
Además de las artes tradicionales, el mundo tecnológico en el que vivimos nos permite interactuar con narradores de historias a través de distintos medios. Uno de ellos, y probablemente el más popular, es el mundo de los videojuegos. Algunos de ellos no nos invitan a mundos nuevos, sino nada más a pasar un buen rato jugando deportes virtuales o disparando a avatares desconocidos; pero existen muchísimos que, no sólo nos invitan a descubrir tierras imaginarias creada por otros, sino que nos permiten interactuar en ellas de forma directa, tomando decisiones que afectarán el desarrollo de la historia.
También recuerda que el internet y la tecnología no lo son todo, y la inspiración se esconde en todas partes. Muchas veces la gente que nos rodea tiene muy buenas ideas. Hablar con ellos, que nos den recomendaciones y nos ayuden en nuestra búsqueda puede ser increíblemente enriquecedor.
