Cómo cuidar tus libros para mantener tu biblioteca en perfecto estado
Cuidar tus libros es importantísmo, pues para nosotros los lectores un libro es un tesoro: es una puerta mágica a mundos paralelos y fuente infinita de sabiduría. Hay muchas maneras diferentes de disfrutarlos y cada una es completamente personal. Algunos disfrutan de hacer anotaciones con lápiz en los márgenes, o de subrayar; de pegar notitas y post-its, doblar las esquinas de las páginas, etcétera. Pero hay otros a quienes les gusta mantener sus libros como nuevos, y para estos últimos es que escribimos esta publicación (aunque si eres de los primeros a lo mejor también disfrutas esta lectura y te sirve de algo), pues hay muchos factores externos que pueden dañar nuestros preciados tesoros literarios. A continuación dejaremos una lista de consejos que pueden seguir para que sus bibliotecas parezcan salidas de un museo de conservación y lleguen intactos a las futuras generaciones de lectores.
Algunos de estos consejos podrán parecer un poco estrictos, pero recuerda: la lectura es algo completamente personal y la manera de disfrutarla puede variar radicalmente de una persona a otra.
- El polvo no es amigo.- Por lo general, los libros son de esos objetos que se dejan en un lugar y no se mueven por mucho tiempo, por lo que las partículas de polvo encuentran los libros como un lugar muy ameno para asentarse. Es recomendable limpiarlos frecuentemente, pues la acumulación del polvo puede oxidar el libro, e incluso, pueden portar huevos de insectos, por lo que es sugerimos darles una sacudida dos veces a la semana de manera superficial, y cada seis meses más profunda, sacando los libros de los estantes y limpiando ambos.
- El espacio ideal para tu biblioteca.- Muchas veces se nos olvida lo sensibles que son los libros, pero es importante hacernos un recordatorio y considerar que la temperatura, la luz y la humedad son factores a considerar, pues pueden deteriorar nuestros volúmenes a gran velocidad. El lugar ideal para guardar los libros es uno con luz tenue, seco, ventilado y que no tenga grandes fuentes de calor, como chimeneas, radiadores, calentadores, etc. También recomendamos que haya un poco de flujo de aire en el cuarto en el que se guarden los libros (aunque de manera moderada, no hace falta tener un huracán en la biblioteca) para evitar el típico olor de libro viejo que es provocado por la lignina del papel y de algunos tipos de tinta. La humedad es el peor enemigo del papel, así que es muy importante procurar que el lugar donde coloquemos los libros esté seco para evitar hongos y otros agentes corrosivos. También hay que evitar que les dé la luz directamente, pues de lo contrario, el papel se maltratará velozmente.
- Los post-its. Para los amantes de las anotaciones en post-its, este será el consejo menos favorito. El pegamento de estos lindos papelitos de colores daña mucho el papel, por lo que recomendamos la abstinencia de su uso.
- El orden de los factores sí altera el producto. La manera en la que se acomoden los libros es muy importante. Deben ir en fila india, todos en vertical, o en horizontal. Ponerse creativo con el acomodo de los libros puede ser contraproducente, pues lo más probable es que se deformen. Además de esto, es importante que no estén todos apretujados en el estante; así como cualquier ser vivo, los libros también necesitan su espacio para respirar. Procura dejar suficiente campo para que los libros entren y salgan con facilidad, para evitar que se maltraten cuanto los saques del librero. También, el material ideal para los estantes es la madera u otro material fibroso (preferentemente orgánico), pues permite el flujo del aire.
- El transporte.- A la hora de mover los libros de un lado al otro, el riesgo de que se maltraten es muy grande, por lo que habrá que tomar precauciones. Una de las recomendaciones es utilizar una bolsa en la que los libros quepan de manera exacta, para que no estén bailoteando por todas partes y no se rocen o se doblen con el movimiento.
- Otras recomendaciones.- Hay muchas otras cosas que podemos evitar para que los libros no se maltraten, como evitar poner hojas o flores en medio de las páginas, ya que estás dejarán manchas en el volumen. También evitar comer o beber cosas cerca, no doblar las esquinas, procurar no abrir el libro a 180º o más, no subrayar o escribir, y evitar toser o estornudar durante la lectura.
Esperamos que estos consejos te sean útiles, o por lo menos interesantes, si es que son opuestos a tus rutinas de lectura. Y si tienes otros tips, por favor compártelos con nosotros.
Por Sofía Viramontes