La mejor postura para leer

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Leslie Jones

Seguramente te ha pasado que estás tirado en un sillón, leyendo, cuando de pronto suena el teléfono, y al levantarte para contestar sientes como si dejaras el lado izquierdo de tu espalda baja en el asiento. Esto sucede porque la postura en la que estabas no era muy buena. Probablemente te preguntarás ¿qué postura sí lo es?; como sucede con casi todo, depende.

La posición de tu cuerpo influye, de muchas maneras y por diferentes razones, en el cómo absorbemos y retenemos la información. Si el propósito de tu lectura es estudiar y memorizar lo que estás leyendo, entonces es importantísimo que cuides tu postura.

Muchas personas sufren de dolor de espalda o de articulaciones cuándo leen, por lo que puede ser necesario apoyar la postura con algunos artefactos especialmente diseñados para eso, como cojines o fajas especiales.

Si a ti te pasa, te recomendamos probar algún corrector de postura.

Haciendo investigación para esta publicación encontramos algunos artículos que explican a detalle el porqué y cómo debes colocar tu cuerpo para aprender mejor a la hora de estudiar, y son éstos:

Ahora bien, si la intención de tu lectura es la lectura misma, en realidad la decisión es tuya pues tú conoces tu cuerpo mejor que nosotros y probablemente tienes ya una postura y hasta lugar favorito para leer. Eso no cambia el hecho de que existen ciertas posiciones que ayudan a que tu cuerpo no se fatigue y a evitar posteriores dolores de espalda y miembros entumecidos.

    • Jessie Wilcox Smith

      Jessie Wilcox Smith

      Apoya la espalda, de preferencia desde los glúteos hasta los hombros, y siempre con la columna recta. El respaldo proporciona el apoyo necesario para evitar la tensión del cuello, la espalda y los hombros.

    • Procura acomodar tu libro de manera que no tengas que voltear la cabeza hacia abajo: en esta posición la espalda suele encorvarse generando tensión y provocando que los músculos y vértebras lumbares realicen un esfuerzo anormal.
    • Asegúrate de que tu asiento sea firme pero no duro. Pasar mucho tiempo sentado sobre una superficie dura aumenta la presión generada sobre los huesos de la pelvis, lo cual termina por ser incómodo y doloroso. Por otro lado, un asiento demasiado blando no brindará el soporte que tu espalda necesita, ya que la mayor parte del esfuerzo se generará en las vértebras lumbares provocando dolores de espalda.
    • Hay estudios realizados por diferentes instituciones dedicadas a la investigación sobre el aprendizaje y la pedagogía que sostienen que si tus muslos están paralelos al pisotu nivel de concentración será mayor, ya que la sangre de tus piernas podrá fluir libremente promoviendo la buena oxigenación de las células, además será más probable que no se te entuman las extremidades.
    • Si tu posición no es la de estar sobre una silla con los pies en el piso, como lo harías sentado frente a un escritorio, coloca una almohadilla en la parte baja de tu espalda, justo en la curvatura de la columna que se hace sobre los glúteos. Esto ayudará a dar soporte a las vértebras lumbares y te permitirá estar cómodo por más tiempo.
  • Pon especial atención en permitir el libre flujo de la sangre: evita pasar mucho tiempo sobre un costado, procura que el peso de tu cuerpo se distribuya equitativamente y no cargues todo sobre una extremidad, estira las piernas cada 15 o 20 minutos y toma descansos cada vez que comiences a cansarte.
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