El llano en llamas, los inicios literarios de Rulfo
Uno de los textos que ya ha sido reseñado en este blog es Pedro Páramo, pilar absoluto de la literatura mexicana moderna escrito, por Juan Rulfo, y ahora hablaremos de otro de los tesoros heredados por este gran autor mexicano: El llano en llamas, su primera gran obra.
Dentro de esta compilación de cuentos encontramos historias que van desde conflictos revolucionarios y problemas sociales, hasta experiencias mortales. Habla de la gente, de su sentir, de la dificultad que era el México de los años revolucionarios y post revolucionarios.
El llano en llamas representa la primera alta expresión del escritor, después de haber publicado un par de cuentos en diferentes revistas gracias a la ayuda de diversos personajes con los que convivió durante su juventud. Al ya ser reconocido, Juan Rulfo se tomó el tiempo para crear su opera prima y verter toda su experiencia en un centenar de hojas ricas de vida y de muerte.
En sí, la obra representa una expresión individual de los sentimientos que Rulfo tuvo que experimentar desde su juventud plasmado a través del folclor mexicano auténtico. Su dolor está en las letras donde narra historias de un pueblo triste, rebelde, peleado con sí mismo. A pesar de ser una realidad tan lejana que nosotros no comprendemos, la pluma de Rulfo nos da una vista panorámica que nos permite simpatizar con aquellos personajes maravillosos y con ese mundo fantástico que provee el gran hombre nacido en los Altos de Jalisco.
La magia de este autor recae sobre la expresión dinámica del lenguaje, su pulcritud y perfecto manejo del español le permite hacer un elaborado juego con base en su sociolecto, así todas las formas del lenguaje que son parte inherente de nuestro idioma se funden en una lengua semiperfecta que separa la realidad de la serie de cuentos con la realidad de la literatura perfecta del escritor.
Si la poética en prosa de Pedro Páramo ha sido atractiva para aquellos lectores de éste gran escritor, El llano en llamas podrá ser visto como un atractivo reto con la misma dinámica, fluir y belleza.
Por Nicolás Camacho