Existen tres sistemas relacionales que utilizamos para representar y comprender la información que recibimos del entorno: el visual, el auditivo y el kinestésico. Estos sistemas no son excluyentes y en general mezclamos los tres de forma inconsciente, aunque alguno de ellos suele predominar en cada persona (Joseph & O´Connor, 1995). Todos ellos pueden utilizarse al comunicarse por escrito.